Mujeres contra la Lex Oppia, una rebelión en la Roma Republicana

En la Roma Antigua, la mujer era ciudadana, pero se le negaba cualquier derecho político. Su vida estaba siempre supeditada a la del marido o el pater familias y su único deber era ser buenas esposas y proporcionar hijos a la familia. En esta sociedad sin apenas derechos, se produjo un evento de gran importancia social que removió los cimientos de la política romana y produjo un cambio revolucionario: la rebelión de las mujeres contra la Lex Oppia.

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Mujeres romanas (Fresco de la Villa de los Misterios, Pompeya)

La Lex Oppia

En el año 225 a.C el ejército romano era derrotado por el cartaginés Aníbal en la Batalla de Cannas. Este golpe a la hegemonía romana, junto con una crisis económica y la necesidad de imponerse a Cartago en la lucha por el control del Mediterráneo condujeron a la aprobación de una ley de austeridad, la Lex Oppia.

Esta ley, promulgada por Cayo Oppio, tribuno de la plebe, permitió la intervención del Estado en el ámbito privado de la familia. Concretamente, sobre las manifestaciones de riqueza en las mujeres. Estas solo podían acumular un total de media onza de oro y no les estaba permitido vestir ropas de colores vivos o utilizar el carro de caballos para desplazarse por la ciudad y alrededores. Además, en el año 210 a.C se le sumó un nuevo edicto que obligaba a las mujeres de los senadores a donar sus joyas para ayudar a la supervivencia de Roma.

La rebelión de las mujeres

En el año 195 a.C, con Catón como cónsul, dos tribunos de la plebe lanzaron la primera propuesta de derogación de la Lex Oppia. Ante la negativa del Senado, las mujeres romanas rompieron su silencio.

El día antes de la votación corrió el rumor de que los tribunos Bruto iban a imponer el veto para prohibir la derogación de la ley, se organizó un auténtico escrache frente a las puertas de su domus.

Según Tito Livio en su libro Ad Urbe Condita, el día de la votación las mujeres de toda clase social, a pesar de que la ley solo afectaba a aquellas de posición más elevada, se dirigieron en masa hacia el Foro y reclamaron la devolución de una de las escasas libertades de las que disponían. Catón consideró este acto de desobediencia civil como un acto de sedición y traición a Roma, ya que la acción de las mujeres se enfrentaba directamente contra su rol social.

Finalmente, gracias a la presión femenina, el senado votó a favor de la derogación de la ley, igual que los comicios de las tribus. Aquel triunfo revitalizó el espíritu de los momento de bonanza económica y auspició otros grandes avances sociales.

Para saber más…

  • Eros romano: sexo y moral en la Roma Antigua – Jean Noël Robert (1997)
  • Esto no salía en mi libro de Historia de Roma – Javier Ramos (2017)

 

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